Siempre defendiendo los derechos de todas las trabajadoras y todos los trabajadores municipales, gobierne quien gobierne, y sean cuales sean los resultados electorales.

Tenemos  la grandeza para dialogar si se puede, para mejorar la situación de las compañeras y compañeros, pero con la convicción de actuar si sus derechos son avasallados.

Como sostenía Arturo Jauretche: “SI MALO ES EL GRINGO QUE NOS COMPRA, PEOR ES EL CRIOLLO QUE NOS VENDE”. Y es que una cosa es estar abierto al diálogo para beneficio de las trabajadoras y los trabajadores, y otra cosa muy distinta es ser un profiláctico de la patronal para perjudicarlos o entregarlos. Y es que tener la valentía y la coherencia de luchar por los demás no es para cualquiera…